
Unos sencillos ejercicios de relajación pueden ayudarnos a mantener la calma y poder así atender a los requerimientos cotidianos.
Las prácticas de relajación llevan a la disminución de las tensiones musculares externas, internas y mentales. Como consecuencia de esto, permiten el alivio de la fatiga y el aumento de la concentración y facilitan el rendimiento en las actividades cotidianas.
Para seguir el ejercicio se recomienda adoptar una buena postura, con la espalda recta y los ojos cerrados.
EJERCICIO: