Esta práctica apunta a la producción de aquellas sensaciones que acompañan a los grandes descubrimientos de la realidad interior, tales los que se refieren a un sentido trascendente de la vida. No se trata pues de un ejercicio que aclare la comprensión de un objeto o un temor dado, sino de una experimentación que permita reconocer o producir importantes registros internos.
